Laura es una profesora observadora, cercana y con mucha energía. Le gusta identificar las fortalezas y necesidades de cada alumno para acompañarlos con empatía, claridad y humor, creando un espacio seguro… pero donde nadie se duerme.
Su estilo encaja perfectamente con el de su compañero Josemi, “El Inspector de la Técnica”, que se asegura de que todo esté en su sitio.
Le encanta ver cómo sus alumnos entienden de verdad lo que aprenden: cuando interiorizan un concepto, cuando se animan a preguntar y cuando se sueltan en sus primeros sociales y congresos. Ver al grupo unirse y disfrutar es lo que más la motiva.
Fuera del baile, trabaja como maestra de educación infantil y disfruta de mil aficiones: crear materiales con Canva, leer, entrenar, jugar a minigolf o bolera, ver pelis con mantita y palomitas, desayunar fuera, descubrir sitios nuevos y pasar tiempo con su familia y amigos.
Le encantan las velitas aromáticas y la música en directo.
Como curiosidad, aunque ahora viste en “Black & White”, de adolescente llevaba colores chillones y calcetines desparejados.
También tiene un buen listado de alergias que ya es famoso.
Y su anécdota de baile más memorable: en un social veraniego, un giro hizo que su coleta se quedara pegada al cuello de su pareja por el sudor.
Sobrevivieron, pero ella quiso desaparecer del mapa.
Josemi es un apasionado del detalle y de entender el movimiento al milímetro.
Su forma de enseñar combina técnica clara, ejercicios prácticos y una búsqueda constante de sensaciones para que los alumnos no solo aprendan los pasos, sino que entiendan cómo funciona el cuerpo y cómo se siente el baile cuando todo fluye.
Aunque su enfoque técnico puede sonar friki —porque lo es—, lo convierte en algo ameno, útil y divertido. Y cuando comparte clase con Laura, su humor hace que la experiencia sea todavía más ligera y disfrutona.
Le entusiasma ver alumnos curiosos, con ganas de aprender, que disfrutan de la música, se ríen, se retan y van descubriendo ese amor por el detalle que transforma el baile.
Para él, lo más bonito es acompañar ese proceso de evolución: desde el caos inicial hasta la fluidez, la calma y la conexión entre líder y follower.
Fuera de la pista, Josemi sigue siendo un friki creativo: diseño 3D, cámaras, vídeo, fotografía, lectura de fantasía (especialmente Sanderson), psicología y marketing —sector en el que trabaja ayudando a negocios crecer y vender sin depender de redes sociales.
También toca el piano y la guitarra, dibuja, esculpe, hace crochet, juega al billar, va al cine, disfruta de comer en sitios molones… o simplemente descansa en el sofá con su pareja viendo una serie.
Como curiosidad, tiene una marca de nacimiento en la espalda con forma de «peperoni», y en su familia siempre bromean con que se debe a que su madre, embarazada, bajaba cada mañana a por un trozo de pizza.
Sea casualidad o destino, lo cierto es que le encanta la pizza.
